Las veredas de los 90s y sus riffs.
Buenas noches, ser extraño que navega las olvidadas mareas binarias de la amplia Internet.
Los fundadores de este amistoso sello discográfico de la vasta llanura Pampeana, en la década del noventa, militaban veredas separadas. Uno se inclinaba para el bando de Nintendo Entertainment System, mientras que el otro apoyaba a la fundida Sega Corporation.
Horas de debate intensivo con el afán de convencer al otro de qué sistema de juegos era el mejor, sin la mínima posibilidad de victoria.
Pero si algo no tenía punto de discordancia, era que por ciertas calles de General Pico no se podía pasar en horas de ensayo sin pegarte un susto de la gran flauta. Claro, hablamos de una mente de un ser de 10-11 años, donde los riffs que sonaban, de ventanas cerradas o garages con puertas de chapa y vidrios rotos, eran mas próximos a sonar en el canal Infinito que en la radio 100, cuando otros compañeros de esas mentes se peleaban por coloridas calcomanías de dicha emisora.
Los años pasaron, esos seres siguieron viendo programas paranormales, jugando juegos de consolas en teles de tubo y digiriendo riff tras riff. Ya sea desde veredas que metían miedo, cassettes robados a hermanos mayores, o algún graffiti precario con el nombre de alguna banda del primer mundo.
Por ese motivo, en este oscuro 2020, desde el sello estamos más que agradecidos de tener en nuestra colección, una edición limitada en formato cassette de Onyrik, de Pri.Ma.Te. Con láminas originales de los 90 y dos colores de carcasa, transparente o blanca.
Quedan pocas unidades y como solemos decir puertas adentro, la biyuya no te la llevas al cajón. Pero quién te dice, un disquito del Pampanoise entra en algún bolsillo del saco, con el cual te van a llenar de tierra.
Si el último comentario te parece negativo, no hay ningún interés en discrepar con un marinero de las mareas binarias de la amplia Internet. Así que desde el sello te decimos que; no te vas a morir nunca. Compra un Onyrik, en algún momento de tu inmortalidad lo vas a escuchar.
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